DIOS ES AMOR

miércoles, 2 de noviembre de 2011

BANDERA. La Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A. R. usa su propia bandera, la cual se describe en la forma siguiente:

Tiene forma rectangular dividida por una línea diagonal que comienza en l ángulo superior izquierdo y termina en el ángulo inferior derecho, formando así dos triángulos escálenos. El triángulo superior es de color azul celeste y el inferior de color blanco. Sobre la parte de color azul celeste, lleva una cruz de color rojo en forma alargada, cuyo cuerpo vertical es mayor que el horizontal. Esta cruz irá en el centro de la parte azul. Sobre la parte de color blanco, lleva en el centro el escudo de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México. A. R.,

SU SIGNIFICADO:

1. El color azul celeste significa, que la IglesIa está bajo el dominio y la soberanía de Dios y su Reino; por lo tanto, es hechura de Dios.

2. El color blanco significa la disposición y respuesta de los hombres para recibir el mensaje y la acción redentora de Dios en Cristo Jesús y la transformación y nueva creación que

experimenta el creyente para llegar a ser el nuevo hombre en Cristo Jesús.

3. La cruz de color rojo, significa la obra redentora del Señor Jesucristo, realizada como la expresión máxima del amor de Dios en favor de los hombres.

DIOS ES AMOR

I.N.P.DIOS ES AMOR

miércoles, 2 de noviembre de 2011

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Bosquejos de mensajes

DOCTRINA MORMONA	DOCTRINA CRISTIANA
Tres Dioses: Padre, Hijo, Espíritu Santo.	Un Dios en tres personas: Padre, Hijo, Espíritu Santo. – Mateo 28:19; Juan 1:1; 20:28, Hechos 5:3-4; Isaías 43:10-11; 44:6, 8; 45:21-22; 46:9
El Padre (Padre celestial) es un “hombre” exaltado, quien vivió en la tierra como nosotros y progresó a la deidad. Él está casado con la “Madre celestial” y juntos procrearon bebes espirituales que nacieran en la tierra con cuerpos humanos físicos.	Dios el Padre es Espíritu, no un hombre. Él no está casado. Él no progresó hasta convertirse en Dios, ya que ha sido Dios desde la eternidad y no cambia. – Juan 4:24; Oseas 11:9; Números 23:19; Mateo 22:28-30; Salmo 90:2; Malaquías 3:6; Santiago 1:17
Jesús es el “hermano de espíritu” de Lucifer y de toda la humanidad. Él fue creado de un acto de procreación entre el Padre celestial y la Madre celestial.	Jesús no es nuestro hermano de espíritu creado. Él es Dios eterno quien creó todo incluyendo a Lucifer y la humanidad. – Isaías 9:6; Hebreos 7:3; Hebreos 1:8; Colosenses 1:15-18
Lucifer nunca ofreció un “plan de salvación” ya que Dios es el único que puede salvar. Lucifer y sus ángeles demoníacos cayeron del cielo ya que él quería ser exaltado “de la misma manera” en que Dios lo era. – Isaías 45:21-22; 14:12-14; Ezequiel 28:2-10
La Humanidad tenía una vida de preexistencia y premortal anterior a su nacimiento sobre la tierra en cuerpos humanos. Aquellos que pelearon con Jesús en la batalla contra Lucifer y contra los hermanos rebeldes de espíritus, recibieron su recompensa – aquellos los más valerosos con piel blanca.	La existencia de la humanidad fue primero física, no espiritual. Dios creo el espíritu del hombre dentro de él, no el llamado mundo de espíritus. La piel negra no es de menor valor que la piel blanca. – 1 Corintios 15:46; Zacarías 12:1; Hechos 17:26; Colosenses 3:11
Los tres cielos son tres reinos donde la gente vivirá después de la muerte: Telestial, Terrestrial, Celestial.	Los tres cielos de la Escritura se refieren a: 1) El cielo donde las aves vuelan. - Génesis 1:7-8, 20 2) Las estrellas y planetas. - Salmo 19:1-6 3) Al Paraíso donde habita Dios. - 2 Corintios 12:2-4
Todos menos los hijos de perdición (apóstatas) heredarán la salvación en uno de los tres reinos del cielo. El infierno es sólo un castigo temporal para los malvados.
La autoridad sacerdotal de Aarón y Melquisedec es requisito para recibir ordenanzas de salvación, las cuales son requisitos para entrar al cielo mayor. Esta “autoridad” sólo se encuentra en la iglesia de los SUD.	La autoridad sacerdotal de Aarón se remplazó con la autoridad sacerdotal de Melquisedec sujeta sólo por Jesucristo. La única salvación está en Cristo, no en una iglesia. – Hebreos 7:1-4, 11-17; 23-28; Hechos 4:12
El bautismo es esencial para la salvación en el cielo mayor.	El bautismo es una señal física del bautismo espiritual de confianza en Cristo. No es un paso fundamental para recibir el evangelio y la salvación. – 1 Corintios 1:14, 17; Hechos 10:44-47; Romanos 6:3-4; 11:6
Aquellos que mueren sin escuchar el evangelio de los SUD reciben una segunda oportunidad para ser admitidos en el “Paraíso”, para que de esta manera lleguen a la eternidad, y tienen un “Bautismo para los muertos”, el cual es llevado acabo por los familiares pertenecientes a los SUD.	No existe una segunda oportunidad para aquellos que no recibieron a Cristo, puesto que el juicio sigue inmediatamente después de la muerte. – Hebreos 9:27; Lucas 16:22-24. El paraíso es el “tercer cielo” donde habita Dios, no es una “prisión de espíritus”. – 2 Corintios 12:2-4; Lucas 23:43. Pablo y los creyentes de Corinto no practicaron el “bautismo de los muertos”. – 1 Corintios 15:29.